Un año más, y no es poco, tengo el placer y el honor de daros la bienvenida a los XIII Cursos AEDEM de formación para Editores.
Recuerdo que después de los primeros cursos que hicimos aquí, en Mas Tapiolas, surgió la duda de repetir en el mismo sitio o cambiar la sede cada año, con el fin de dar más variedad y buscar un lugar más cerca de todos. Sin embargo algunos opinamos que este sitio tenía algo especial, la sensación de lejanía a los núcleos urbanos nos ayudaría a concentrarnos en nuestro trabajo, la belleza del paraje nos estimulaba a compartir y debatir e incluso fui de los primeros en proponer que la cena la hiciésemos aquí mismo, sin desplazamientos ni autocares porque “en ningún sitio íbamos a estar mejor”. Hoy puedo decir que no nos equivocamos, sin duda tenemos la sensación de que os recibimos en nuestra casa, un lugar que también nos ha ayudado a dar a estos cursos su propia identidad.
Sé que este año hemos vuelto a crecer respecto de los anteriores y eso es una buena noticia pero, al mismo tiempo, una nueva carga de responsabilidad, conseguir que os vayáis satisfechos y con la sensación de haber aprovechado el tiempo es algo que siempre nos ha preocupado y motivado, esperamos conseguirlo. Tenemos compañeros que vienen de Andalucía, el País vasco, Valencia, Madrid y Cataluña e incluso de todas partes, porque son “multinacionales” y un elenco de ponentes de nivel internacional, Pablo Hernández, Carmen Pacheco o Jesús Pastor de SGAE, Verónica Casas de Play Solutions, Enric Faura de edi.cat, Oscar Gómez, Saray Moral de Fundación, Jordi Rueda y los presidentes de Warner Chapell y Peer Music, Álvaro de Torres y Rafael Aguilar, además de nuestros compañeros AEDEM Alma Martínez, Francesca Galofré, Gerhard Haltermann, Jaume Piles o Manuel López Quiroga, el maestro, que esta vez no ha podido venir por enfermedad de su madre, a quien desde aquí deseamos un rápido restablecimiento, todos ellos con el mismo ánimo de trabajar, escuchar y, por supuesto, enseñarnos una parte de su dilatado conocimiento en las distintas materias a tratar. Y si alguien que conozco bien pensaba que no iba a decir nada de ella este año, se vuelve a equivocar, Teresa, gracias, espero que ahora que eres super-Vicepresidenta (SGAE y AEDEM) no nos abandones en estas organizaciones y podamos disfrutar de tu buen hacer por muchos años.
Estamos ante el nº 13 de los Cursos, y ya sabemos que considerando nuestra íntima relación con el arte, y que por lo tanto todos debemos ser hipocondríacos y supersticiosos, supondría un mal número, pero no es así como se me antoja ni mucho menos, sino por el contrario como el primero de la segunda docena de Cursos y, sin duda, el primero de esa nueva y esperanzadora etapa que ante todos se nos ha abierto en relación con nuestra Sociedad “madre” y, no nos olvidemos, colaboradora fundamental de estos cursos, la SGAE.
Es obvio que hace un año cuando estábamos empezando los XII Cursos, ninguno nos podíamos imaginar ni por lo más remoto todo lo que iba a ocurrir antes de nuestra siguiente cita. Pero la realidad es la que es y por encima de todo está esa sensación de nuevos tiempos y de ilusión recobrada que todos tenemos.
Es como si, de repente, las cosas fuesen menos difíciles de lo que son, como si no hubiese ya piratería o que nuestros políticos hubiesen despertado del letargo o hasta que los internautas súbitamente creyesen en la propiedad intelectual.
Ha sido un año convulso, sin duda, con acontecimientos históricos que ojalá pronto formen parte del recuerdo sin más y que no sigan afectando a nuestra profesionalidad y credibilidad, cuanto antes recobremos la tranquilidad y nos pongamos sencillamente a trabajar, antes podremos valorar la realidad de las cosas y volver a disfrutar con nuestro trabajo, que no es poco.
Ya ha pasado la época de la vergüenza, ahora es momento de retomar nuestra dignidad y volver a defender lo nuestro ante los mil frentes abiertos.
De ahí que no piense en el 13, como tal, sino en el 1º de una nueva etapa, la de los próximos 12.
A veces pienso que, o soy muy torpe a la hora de asimilar conocimientos, o lo nuestro es especialmente complicado, porque cada día me doy cuenta de lo mucho que me falta por aprender y de lo largo que es el camino, pero cuando veo esta sala llena, como hoy, me siento reconfortado porque veo que no soy el único que repite, que año tras año somos muchos los que seguimos estudiando, participando, compartiendo conocimientos y que lejos de sentir que ya nos lo sabemos todo, cada vez somos más y con más ganas de seguir aprendiendo, y eso es justo lo contrario de la torpeza.
El año pasado decía que aquí los repetidores no son los que han suspendido el curso pasado sino los que han aprovechado el tiempo y piensan que pueden seguir aprendiendo.
También he dicho muchas veces que somos el único gremio que conozco en el que los que saben, enseñan sin tapujos, sin esconder nada, sin guardarse algo para seguir siendo el que más sabe y eso, para mí, es lo más preciado y apreciable de nuestra profesión.
No nos lo pensemos, a trabajar.
Muchas gracias.
Carlos Martínez
Presidente AEDEM
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